BUENOS AIRES.- La entrega de los premios Martín Fierro tuvo anoche un costado menos glamoroso y más político, cuando distintos periodistas polemizaron en torno a los embates del oficialismo contra los medios de comunicación.
El que abrió el fuego fue Luis Majul, quien tras recibir el premio al mejor programa periodístico de televisión por "La Cornisa", pidió públicamente al Gobierno que condene los ataques a periodistas que se registraron últimamente.
El conductor afirmó que es necesario que tanto la presidenta Cristina Fernández de Kirchner como su esposo y diputado Néstor Kirchner cuestionen esos episodios, que atribuyó a "grupos que se definen como oficialistas", para evitar en el futuro consecuencias que se puedan lamentar.
Majul sostuvo que en más de una oportunidad funcionarios del Gobierno pidieron al canal América su cabeza y agradeció a las autoridades de la emisora por darle continuidad a "La Cornisa" pese a las presiones oficiales.
También Fernando Bravo se refirió a esta polémica al recibir el galardón a la mejor conducción en radio, cuando destacó la importancia del periodismo para la libertad y la democracia. A su vez, Jorge Halperín, premiado columnista del programa "Cuál es", declaró que frente a la actual coyuntura sería importante para la prensa recuperar el equilibrio.
Otra postura
Una posición más cercana al oficialismo adoptó el periodista Eduardo Aliverti, quien al recibir el premio al mejor programa por "Marca de radio", relativizó los cuestionamientos de sus colegas al Gobierno.
"Ya que se ha pedido escupidera a Néstor y a Cristina, les quiero recordar que acá se ha tirado gente al río, se picaneó, se violó. Tengan más respeto por las palabras los que dicen que tienen miedo", afirmó.
Mientras los periodistas premiados polemizaban frente a las cámaras, en la puerta del hotel Hilton de Puerto Madero, donde se realizó la ceremonia, un grupo de empleados del diario "Crítica" manifestaba en defensa de sus puestos de trabajo. (NA)